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Pongamos Robledo en valor: La Pila Bautismal de la Iglesia (5ª entrega)

PONGAMOS ROBLEDO EN VALOR (5)

PILA BAUTISMAL DE LA IGLESIA DE ROBLEDO DE CHAVELA

Cuando en 2014 comencé el estudio histórico-arquitectónico de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Robledo de Chavela, levantada en la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama, tuve oportunidad de asentar por primera vez su cronología real, así como la evolución constructiva de un templo que a día de hoy se puede considerar de los más importantes de la Comunidad de Madrid. Dedicaré estas líneas a un elemento solitario, pero no por ello falto de importancia artística y litúrgica; desprovisto de todo ornato y, a su vez, resplandeciente en su soledad de piedra; imprescindible en todo templo religioso y, allá en su rincón, pasando desapercibido durante décadas a los ojos de visitantes, historiadores, investigadores… hablaré de su Pila Bautismal.

La importancia litúrgica de toda pila bautismal está fuera de duda. Al ser el elemento donde se procede al sacramento del Bautismo, lo que comenzaría en los templos paleocristianos como una piscina donde realizar el rito de inmersión, siglos después evolucionará para convertirse en una gran copa con toda suerte de decoraciones pictóricas o escultóricas. La pila bautismal del templo parroquial de Robledo de Chavela, es de claro aspecto y desarrollo medieval. Situada a los pies del edificio y bajo el coro.

Amigo o amiga, no busques aquí, en la copa, grandes profetas en piedra, ni una representación de la Jerusalén celeste. No, aquí no había tiempo para tales menesteres. Has de saber que estás en una iglesia de repoblación, edificada en la primera mitad del siglo XIII y en unos años todavía convulsos. Robledo, como cualquier otro núcleo de la Extremadura Castellana, podía recibir el azote musulmán en cualquier momento y al igual que las casas y los campos podían acabar pasto de las llamas, la iglesia igualmente.

La pila bautismal de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Robledo de Chavela es un sólido bloque monolítico, una sola piedra que dirían los profanos, alguien le sacó el corazón para darle forma cóncava y convertir esa enorme piedra pagana en una enorme copa sagrada. Cuántas veces me he imaginado la extracción de semejante bloque de granito, su acarreo y transporte hasta la obra, su desbastado y labra, y lo que siempre he considerado la operación más arriesgada: su transporte al interior del templo y su instalación en la esquina donde se encuentra y de la que no se ha movido en siete siglos.

La decoración de esta copa son una serie de gallones rematados por unos arquillos.  En origen estuvo policromada y hace años fue raspada y desnudada de su mortero, ennegrecido por el deterioro de los pigmentos a lo largo de los siglos. La decoración de la pila se presentó como un gran interrogante. Los textos en folletos decían, equivocadamente, que la pila bautismal era del siglo XVI,  cuando en realidad es del siglo XIII.

 Sepa el hipotético lector, el turista, sepan todos tal y como constaté en los resultados de mi estudio, que decenas de ellas pasaron por mis ojos hasta que encontré que  la pila bautismal de Robledo no es la única y que existen dos piezas más la de Santa María del Rey en Atienza (Guadalajara) y la pileta aguabenditera expuesta en Pedraza (Segovia) y procedente de una de las iglesias de la localidad, y me obligó, a confirmar que existió un taller itinerante dedicado a realizar pilas bautismales que trabajó en el reducido espacio geográfico que componen Pedraza, Atienza y Robledo. y que ese taller, hacía el mismo tipo de decoración, ya fuese en pilas enormes como las de Robledo y Atienza, o pequeñas como la de Pedraza. Es probable que hubiera más, pero éstas son las tres que nos han quedado, las tres con gallones rematados por arcos. Y todas de la misma época y misma mano.

“Amigo o amiga, si no la has visto ya, estás tardando”. 

Texto y fotos: de Fco. Javier de la Fuente Cobos, presidente de AMIGOS DEL ROMÁNICO (AdR), y co-autor con Carlos Martin del libro “Iglesia de la Asunción de Robledo de Chavela. Memoria y Patrimonio”.