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Poesía para el Solsticio de Invierno

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Revista Digital del Ateneo Antoniorrobles

Nº 3 Diciembre 2020

Resonancias del Solsticio de Invierno

 Elina Pereira Olmedo

Hoy 21 de diciembre, celebramos el Solsticio de Invierno; el otoño termina, empieza el invierno. Pronto terminará el año, este 2020 que no olvidaremos en mucho tiempo. Y en el cual, coincide con la conjunción de los dos más grandes planetas de nuestro sistema solar, Júpiter y Saturno. Para mí, esto le otorga mayor potencia a esta fecha de transición. Por ello, aquí dejo un enlace a un vídeo del Planetario de Madrid sobre este tema: https://www.youtube.com/watch?v=HGjeEb_EP14

Será el día más corto, la noche más larga del año. Pero hay más allá un sentido profundo que nuestros antepasados vieron en un día a partir del cual la luz retorna paulatinamente y la vida resurge en los elementos de la naturaleza. Y que nos afectan porque somos también naturaleza.

Por ello celebraban rituales que ayudaran en esa transición, quemaban las plantas muertas, dejando morir lo viejo para recibir lo nuevo, la semilla que reposará en la tierra y eclosionará en la primavera. Hoy quemamos los viejos deseos, los anhelos gastados-realizados o no, el dolor que fue-, haciendo espacio en nuestro interior para la luz que antes o después llegará en este ciclo infinito.

En este año, en el que se me han caído certezas y perdido confianzas, elijo quedarme y conservar la poesía. Ha florecido en esta vida puertas adentro y debido a ello, en parte. Y en el mes de octubre pasado, surgió una cascada de galardones a varias poetas, hecho poco frecuente y menos tan de seguido. Louise Glück con el Nóbel de Literatura, Anne Carson con el Princesa de Asturias de las Letras, de quienes ya comentamos en la revista.

Luego, Olga Novo, poeta galega, cuya manera particular de celebrar la vida rural, el cuerpo femenino y sus relaciones con el mundo fueron galardonadas con el Premio Nacional de Poesía. Se pueden ver comentarios y poemas en los enlaces que adjunto:

https://www.heraldo.es/noticias/ocio-y-cultura/2020/10/15/olga-novo-todo-amor-es-loco-o-no-lo-es-1400179.html

Poesía para cansadas (15): Olga Novo, poesía de las ¿mujeres rurales?

http://jesusjimenezdominguez.blogspot.com/2016/12/anquises-olga-novo.html

Yolanda Pantín, venezolana, cuya poesía habitada de contención se llevó días después el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca 2020

Yolanda Pantin: “La poesía puede intuir lo que aún la prosa no sabe”

https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-yolanda-pantin/

https://www.granadahoy.com/ocio/Yolanda-Pantin-poesia_0_1511249236.html

Alba Cid, también galega, muy joven, de una gran madurez literaria, recibió el Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández 2020. Dado que no es fácil encontrar poemas suyos traducidos al español, abajo hay un poema suyo traducido por ella misma, y enlaces a un vídeo donde ella lee sus poemas y una entrevista a la poeta.

https://www.europapress.es/cultura/libros-00132/noticia-alba-cid-premio-nacional-poesia-joven-importante-llevar-poesia-jovenes-sacarla-ciertos-estereotipos-20201020175244.html

WING CHUN, DEL AMOR COMO ARTE MARCIAL

Y todo aquello que crece tan rápido como la hierba sobre la tumba de un pájaro
(Celan)
Los gramos de luz que impactan la tierra por segundo
(Wright)
Dos personas mirándose desde orillas opuestas de la claridad
(Carson)

hablar de eso,
de lo que nos permitimos el lujo de no entender literalmente.

si la luz puede empujar una nave espacial
¿aun te preguntas quién saldrá ganando?

*

dos amigas conversan en la mesa de un bar a primera hora.
una de ellas repasa la línea de las pestañas con la yema del dedo índice, parece realmente afectada

(sus palabras conforman una mastaba en la mente de la otra
un recinto dorado
—con razón mastaba proviene del árabe ‘lugar de tertulia’, que atesora a su vez restos del griego antiguo stibás, ‘lecho de hierba’—
le daba leche de yegua y le curaba las llagas con polvo de violetas,
piensa la que escucha,
como acontece en las leyendas andinas
como si la efectividad de los remedios se midiese por la extrañeza que provocan)

*

escondida en un bosque mientras medita, Ng Mui vigila la pelea entre una serpiente y una grulla. direccionalidad frente a equilibrio, un esplendor de órbitas y esbelteces, dos versos de metro desigual encabalgados en la boca de quien recita.
Ng Mui observa y memoriza los movimientos,
el arte.

*

no hay orden que valga en el mundo

si atendemos a su relato, la amiga que habla también persevera en el contacto.
hace suya la técnica del oponente,
simultanea defensa y ataque,
no arremete contra puntos vitales, pero sí contra aquellos que desarman el movimiento
por venir

detrás de las palabras, músculos
incandescencia

wing chun, ‘eterno canto de primavera’

*

la que escucha no sabe si su amiga aprendió más de la grulla o de la serpiente.
la que escucha se pregunta qué amuleto egipcio vendría al caso
(si los peces de cerámica turquesa protegían a la portadora de morir ahogada en el 1335 a.C., qué serviría aquí?)

de modo subcutáneo,
la mañana avanza como el veneno expulsado gracias al cierre de las mandíbulas
una mordedura de serpiente

poco importa:
permanecen, sin tocarse, unidas en el asombro
como las marcas paralelas de los colmillos en la carne de la víctima.

(Alba Cid, original en gallego, trad. de la autora) en: https://www.ocultalit.com/poesia/poemas-mujeres/

Mujer nueva en el poema. Por Alba Cid

Alba Cid galardonada con el Premio Nacional de Poesía Joven «Miguel Hernández»