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Pongamos Robledo en Valor (24): 2ª Parte. Restauración de la cubierta y descubrimiento de los dragones en la Iglesia de Robledo de Chavela

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Revista Digital del Ateneo Antoniorrobles

Nº 3 Diciembre 2020

Pongamos Robledo en Valor (24) 

2ª Parte. Restauración de la cubierta y descubrimiento de los dragones en la Iglesia de Robledo de Chavela

Carlos Martín sigue profundizando sobre la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de  Robledo de Chavela.

Trataremos en esta segunda ficha los puntos:

     2. Restauración de la cubierta de la Iglesia.

     3. Descubrimiento de los dragones de la Iglesia.

2. Restauración de la cubierta de la Iglesia:

Durante el verano del 2011 tuve la oportunidad de realizar los trabajos de restauración de la iglesia parroquial de Robledo.

Por una actuación no adecuada, a principios del 2000, en una reparación de la cubierta, introdujeron en la estructura maderas contaminadas con termitas, lo que produjo una intervención urgente el día de Navidad de 2009. El trabajo en conjunto que llevé con el párroco D. Antonio de la Torre y la Comunidad de Madrid hizo posible una restauración única de la cubierta, con una   tecnología innovadora en España.

La necesidad de realizar una restauración de emergencia surgió por la aparición de fisuras y grietas de componente vertical en los muros de cabecera, de planta pentagonal. Estas deformaciones ocasionaron el deslizamiento de la cubierta con riesgo inminente de derribo y el desplome de elementos de las bóvedas que cubren la nave de la iglesia. A todo ello había que sumar la existencia de humedades en las bóvedas, fruto de un mal funcionamiento de la cubierta a dos aguas, que estaban dañando los acabados interiores.

El ataque de las termitas provocó las obras de sustitución de la cubierta con riesgo inminente de derribe por la debilidad de la estructura. Por tanto, la decisión ante este problema fue sustituir la estructura por una nueva,  de madera laminada atirantada.  Tecnología innovadora en España, llevada a cabo con maderas laminadas de Finlandia, para una sustitución total de la anterior cubierta. 

Para ello se tuvo que fabricar un andamiaje móvil de 20 m. de alto por 25 m. de ancho, de tal manera que fuera cubriendo la parte de la bóveda que se estaba reparando, independientemente del tiempo que hiciese. Dicho andamio se reutilizó en la reparación de las cubiertas del Museo del Prado.

3. Descubrimiento de los dragones de la Iglesia:

El descubrimiento de las pinturas góticas de los dragones, por coincidencias de la vida, hizo que las descubriera un cuatro de noviembre (festividad de San Carlos Borromeo) de 2011. En un momento de soledad, de querer abandonar las obras de restauración por la incomprensión de algunos vecinos, un rayo de luz que se introdujo por la ventana derecha del ábside ilumino una parte de la bóveda, resaltando que tras la cal había pinturas. Entonces me subí a los andamios y con un bisturí y un cuidado exquisito, retiré las   capas de cal que ocultaban las pinturas. En ese momento no fui consciente de lo que estaba sacando a la luz (foto del momento y día).

Los dragnes son un conjunto pictórico realizado en torno a 1500, que no tiene que desmerecer a los de las catedrales de Sigüenza o Burgo de Osma.

En esta fotografía podemos ver el magnifico conjunto pictórico de los dragones. En la parte derecha apreciamos el óculo de la bóveda, además de su sentido práctico de iluminación, es un  mensaje de San Juan en el Apocalipsis ,  «Ego Sun Lux Mundi», “Yo Soy la Luz del Mundo, en una alusión al Creador del Universo. 

Recordad que los dragones son una simbología procedente del escudo de los Trastámara, donde aparecen un dragón y una dragona, y también los encontramos en Robledo. Los dragones tenían un doble significado, nos advierten de los peligros de desviarnos de la fe, pero también nos protegen de los enemigos de la fe.

Tras el descubrimiento y restauración, hoy podemos contemplar 76 pinturas, entre dragones y dragonas alrededor de los arcos de las 2 bóvedas de la cabecera, formando un conjunto de una gran calidad pictórica.

Es posible que el lector, que es muy leído y está al día de la actualidad, haya oído hablar de unas pinturas que decoran las bóvedas, descubiertas en los trabajos de restauración. Como ya dijo Sabina (y Fito Páez)…  Si volvieran los Dragones … pues bien, en este caso volvieron

Carlos Martín Jiménez

Constructor de bóvedas, maestro yesero y profesor en distintos másteres. Es autor de publicaciones sobre el tema, y participante  como ponente en congresos y seminarios.

Colaboró con Norman Foster (arquitecto inglés) y el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) en la Bienal de Arquitectura de Venecia de 2016, en un proyecto de aeropuerto para drones, en Ruanda, con la finalidad de poder distribuir alimentos, medicinas o suministros.

Premio Richard H. Driehaus 2017 de Arquitectura y Artes de la Construcción, por la recuperación de un oficio, de una técnica, y el reconocimiento internacional de su saber hacer.